Ómar Rayo
- TURISMO MUSEOS NEIVA
- 23 ago 2021
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OMAR RAYO
1,928 - 2,010
La geometría, la ilusión óptica y el rigor técnico caracterizaron la propuesta de ómar Rayo, nacido en 1928. De formación autodidacta, su primera elección fue ejerciendo la caricatura, donde se destacó como uno de los mejores hacia finales de la década del cuarenta en Colombia. Escogió para caracterizar su estilo la geometrizacion de los rasgos de los aludidos quienes eran representados mediante tablas, esta particular manera de abordar el género la tituló “Maderismo”. La primera exhibición como artista creativo fue planificada con formas figurativas influidas por el Surrealismo. Alargadas y estilizadas con reminiscencias vegetales y sobre paisajes metafísicos. Esta otra etapa la denominó “Bejuquismo”.

Relacionó su trabajo con el ámbito familiar y a su esposa le dedicó la serie “Agedóptero en la red” (1996), a su hija “Los juguetes de Sara” (1980) y “Coleopsara” (1990) y a su nieto “Los juguetes de Mateo” (2007). Al tiempo que consagró sus últimas series a: “Embrión de Dragón” (1997), “Criaturas Abisales” (2001), “Semillas del sol” (2002), “Corteza del arco iris” (2003), “Crisálida del Arrebol” (2004), “Mullida Huella del Viento” (2005). Cuando falleció estaban exhibidos sus trabajos finales titulados “Tizón fósil de fuego”. Esta propuesta se caracterizó por abordar el rojo como color dominante. A propósito de ese tono el artista había declarado: “El rojo es más fuerte y sólido que el negro, porque el negro se apoya en él, fluye en él, se derrite en la sombra frente a él. Sólo de noche el rojo cede al poder de la luz que lo devora… y sin embargo, los incendios hacen retroceder la noche. El rojo es la fuerza, es el fuego, pelea cuerpo a cuerpo con el blanco y el negro sin el dominio de ninguno. Sólo se transforma”. Rayo siempre conservó intacta su depurada técnica y con el paso de los años su destreza nunca decayó y se mantuvo imbatible. Logró abordar diferentes argumentos y todos los sometió al rigor de la geometría y los malabares ópticos capacitados para ejercitar la retina del espectador. Construyó una gramática visual basada en la precisión, en variaciones cromáticas y formales capaces de dar identidad a su personalidad que pudo singularizarse y consiguió igualmente hacer parte de la memoria colectiva más allá del círculo mismo de las artes visuales.
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