Francisco de Goya
- TURISMO MUSEOS NEIVA
- 20 ago 2021
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Francisco de Goya y Lucientes nació en 1746 en Fuendetodos, Aragón. A los trece años ingresó en la Academia de Dibujo de Zaragoza. De su etapa juvenil, aún siendo adolescente, se atribuyen dos obras de temática religiosa, “Asunción de la Virgen y San Íñigo” y “Consagración de San Luis Gonzaga como patrono de la juventud”, que presentan todavía un estilo barroco tardío. Se sabe que con veinte años viajó a Italia, estudiando la obra de maestros como Rafael o Rubens. En Roma pinta “Aníbal vencedor contempla por primera vez Italia desde los Alpes” (conservada hoy en el Museo del Prado), obra que supone un gran salto con respecto a sus pinturas anteriores.
A su regreso a España, recibe el encargo de la pintura al fresco en un techo de la Basílica de Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza, la colosal “La adoración del nombre de Dios”, obra de 15 metros de largo. A este encargo siguen otros de importancia, como el ciclo pictórico de la Vida de la Virgen de la Cartuja del Aula Dei. Con su fama en aumento, en 1775 es contactado por el pintor Anton Raphael Mengs para trabajar en la Corte real.
Goya, que había apoyado a los liberales, se vio en dificultades durante la la Restauración absolutista. Realiza dos pinturas patrióticas, hoy en día dos de sus más famosas obras e iconos de la pintura romántica universal: “El dos de mayo de 1808 en Madrid” (llamada a veces “La carga de los mamelucos”) y la impresionante “El 3 de mayo en Madrid” (“Los fusilamientos del tres de mayo”). También completa otra importante serie de grabados, “La Tauromaquia”.

En 1819, Goya se traslada a la una finca en las afueras de Madrid –posteriormente conocida como la “Quinta del Sordo”- y comienza a pintar en sus paredes -anteriormente decoradas con motivos florales- una serie de pinturas espeluznantes pobladas con aquelarres, brujas y escenas terribles como el famoso “Saturno devorando a su hijo”. ¿Por qué decidió Goya cambiar esta alegre decoración por la inquietud e incluso horror de las “pinturas negras”? ¿Fue la desesperación tras la Guerra ? ¿Fue su ya casi total sordera? ¿Una grave enfermedad que sufrió en 1819? Los motivos de esta decisión los desconocemos. Lo que si conocemos, pese a los daños sufridos al pasar estos frescos al óleo, fueron los resultados. Sobre estas pinturas recomendamos leer el artículo completo en theartwolf.com sobre las pinturas negras de Goya, que incluye infografías sobre la disposición original de estas pinturas.

En 1824, tras la invasión por parte de los Cien Mil Hijos de San Luis y la inminente represión contra los liberales, Goya se traslada a Burdeos, donde pinta “La lechera de Burdeos” (c.1827, Museo del Prado). Fallece en 1828, siendo enterrado en la ciudad francesa, si bien sus restos fueron trasladados a España en 1899. Hoy en día, una gran parte de sus obras se encuentra en el Museo del Prado, donde es, junto con Velázquez, la principal atracción del museo.
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